Existen muchas razones para organizar una cena con antiguos alumnos. Además de ser una experiencia muy interesante, nos permite reverdecer amistades, nexos y sentimientos.
Fiestas privadas de ex-alumnos
Todos pasamos algunos años conviviendo en gran cercanía con un grupo de compañeros de estudios. Fueron los tiempos de la juventud y la adolescencia, las emociones de las competencias deportivas, los primeros amores, la ansiedad de los exámenes y el triunfo inolvidable de la graduación.
¿Cómo será el reencuentro?
Esas experiencias nos marcaron profundamente pues fueron intensas y prolongada y, por ello, duraderas. Ese es el mejor motivo para reunirse con los antiguos compañeros y tener una o varias fiestas privadas que para mayor comodidad se hagan en un buen local, pero hay más.
Por otra parte con la revolución de las telecomunicaciones, en la actualidad es fácil ubicar a los ex-compañeros y contactarlos para organizar un evento divertido y emocionante utilizando las redes sociales.
Refrescar las amistades
Puede que desde la graduación la mayoría de los alumnos no se hayan vuelto a ver. Una reunión es un buen momento para saberlo todo sobre ellos. Será interesante enterarse cómo se desenvolvieron sus vidas, en qué trabajan y qué familia han formado.
Establecer nuevas relaciones
Hablar con los antiguos compañeros es una oportunidad para refrescar los nexos que anteriormente tenían o para establecer unos nuevos, bien sea laborales o para compartir actividades de ocio.
Los ex-compañeros son personas que se conocen de toda la vida, por lo que hay una confianza mutua que puede servir de base para nuevos lazos. Es posible encontrar un compañero para trotar o para jugar tenis, o hasta un nuevo socio para la empresa donde se trabaja.
Saber de algún viejo amor
Esa persona que fue tan especial ha seguido su vida. Es natural sentir una gran curiosidad por saber cómo le fue y puede que ese reencuentro sea uno de los más importantes de la noche. Bailar un rato con algunos éxitos de aquélla época, recordar momentos felices y románticos y sentir de nuevo las emociones olvidadas puede ser una grata experiencia.
Celebrar un cumpleaños
Puede que algún compañero muy querido y popular celebre su cumpleaños número 40. Sabemos que es una edad importante y la necesidad de expresarle nuestro cariño es una buena excusa para reencontrarse.
Quizás ese invitado especial de la noche pueda traer algunos vídeos para verlos entre todos. Es una manera de conocer a su familia y de saber qué ha hecho en los años en los que no se vieron.
El aniversario de graduación
Es la razón perfecta para organizar una fiesta lo grande, que incluya reservar una planta en un local, un buen catering que guste a todos, candy bar y barra libre. No todos los años se celebran dos o tres décadas de la graduación.
Además, se puede hacer un photocall y pedir copias de las fotos para todos. Así quedarán divertidos recuerdos de la fiesta.
Una cena con antiguos alumnos es una experiencia refrescante y grata, y además tiene la ventaja de poderla repetir cada año.